La semana pasada finalicé "La lápida templaria", de Nicholas Wilcox (pseudónimo al parecer de Juan Eslava Galán).
El libro me ha gustado bastante.
Lo más flojo, el final (que no diré cual es), pero que se lo liquida en dos página, de repente, y te quedas con una sensación de "¿y para esto me he leido tropocientas páginas?".
Lo mejor, el área geográfica donde se desarrolla la trama, Jaén, mi tierra. En varios de los sitios que aparecen en la novela he estado, aunque, claro, nunca se me ocurrió mirar si en la iglesia de Chiclana hay una cripta o no.
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